No nos resistimos… acabamos de recibirlos y son como intuíamos: espectaculares. Es cierto que nuestro imaginario está lleno zapatos: los zuecos de la Lechera, el zapatito de cristal de Cenicienta o las babuchas de Aladino, pero os aseguramos que en estos momentos Magrit nos tiene embelesadas.
Estamos seguros de que mañana nos ayudará, y mucho, en ese Paseo por la Nubes y nos envolverá en una atmósfera de magia sin igual... Un último apunte, las fotos no hacen justicia y quedan muy pocas plazas para subirse al tren de Alta Cazuela.
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