Imagínate celebrar una comunión en una típica bodega Jerezana con un
ambiente romántico y descubriendo la ilusión de una niña. Te contamos
nuestra historia...
Preparamos, para nuestra protagonista, una
romántica mesa de chuches y
bebidas infantiles, que resultó muy cuki. Con Botellitas de zumo
personalizadas, que cada niño pudo rellenar, mini-latas de refrescos,
cañitas decoradas, vasos de cartón a juego y una decoración
personalizada inspirada en el nombre de la niña de la comunión. Para los
niños se montaron unas mesas largas, informales con centros de
paniculata y rafia, muy sencillos pero con el toque romántico que nos
pidió nuestro cliente.
El resto de salón se vistió con mesas de
cóctel, con mantel blanco roto, sillas tiffany igualmente blancas, lo
que añadió a la bodega un toque de luz.
El menú a base de
frituritas de la bahía de Cádiz, hizo las delicias de los niños, y de
postre los típicos bombones helados de toda la vida, colocados en
fuentes de zinc con barras de hielo.
Mientras a los Papás se les
servía un coctel muy variado con algunas de nuestras especialidades,
como el tataki de atún con pesto de rúcula, los miniconos de naturales
de mousse de pato, las piruletas de langostinos con salsa kimchi y un
largo etc que terminó con una cazuelita de arroz caldoso con langostinos
y otra de pluma ibérica especiada con mouse de patatas...
Sin duda, una comunión distinta, llena de magia e inpirada en la verdadera protagonista, la niña de la comunión.
Gran trabajo!
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